martes, 29 de marzo de 2011

dear prudence

mucho tiempo ha pasado desde que escribí por última vez, muchas cosas han pasado también, es increíble como cambia la vida de un momento a otro sin que nos demos cuenta, en mi último post yo era una persona que pensaba, vivía, amaba y soñaba diferente.... pero tú también, piensa por un momento que hacías hace dos años, ¿en qué pensabas?, ¿a quién amabas?, ¿en qué creías? y cuántos momentos felices y tristes han pasado desde entonces, somos tan ególatras que pensamos que nuestra personalidad es mérito nuestro... pues no, lo que somos es gracias a las personas y momentos que han sido parte de nuestra historia, nadie puede madurar sólo en el árbol, lo único importante que hacemos es escoger a dichas influencias... medítalo un momento y te darás cuenta de que te gustan las mismas cosas que a la gente que amas, la misma música, los mismos eventos y hasta comparten la misma ideología, ahora piensa ¿cambió en los últimos 2 años?

esta es la historia de prudencia:
Ella tomó un autobús con rumbo desconocido, se aventuró porque sintió que la vida tenía preparado algo más grande para ella, con el tiempo se dio cuenta de que no sabía a donde iba ni en donde estaba, el miedo se apoderó de ella y se escondió, estaba aterrada y no encontraba la salida, dejó de ver el sol, dejó de mirar el cielo azul, cerró los ojos y no volvió a sonreír, pues el mundo ya no era hermoso, en pocas palabras dejó de jugar. En otro lado del mundo existía un grupo de personas que la extrañaban y que no dejaban de pensar en ella, su vida también cambió desde que prudencia partió, se sentían débiles y sin fuerza para luchar, los pequeños problemas parecían enormes muros imposibles de escalar pues la preocupación por prudencia no los dejaba respirar, la vida siguió y un buen día escucharon que alguien lloraba detrás de la puerta del closet, ahí estaba prudencia, tocaron a la puerta y la convencieron de volver a sonreír, desde entonces se convirtieron en un gran grupo, en un gran monstruo al que nada ni nadie le podía hacer daño... estaban destinados a vivir felices para siempre.

Tú tampoco puedes vivir sin prudencia, probablemente ahorita no encuentras la salida de algún problema o tal vez esa decisión tan importante no te deja dormir... calma... no sueltes a prudencia, relájate, respira profundo y piensa que desde la última vez que yo escribí en este blog han pasado muchas cosas, ahora eres una persona más grande, más lista y más fuerte, ¿recuerdas los problemas de hace 2 años? ¿se fueron no? pues estos también pasarán y al final prudencia y tú serán otra vez ese gran monstruo al que nada ni nadie podrá hacerle daño.



dedicado con todo mi corazón para ciri

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gracias a ti, por hacer de mi lo que soy